Cumbre COP28: Compromiso histórico para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles

La reciente cumbre climática del COP28 en Dubái ha dejado una huella histórica al llegar a un acuerdo crucial para el mundo: el compromiso de abandonar progresivamente todos los combustibles fósiles.

Presidida por el Sultán Al Jaber de los Emiratos Árabes Unidos, esta cumbre auspiciada por la ONU logró un acuerdo que unificó las posturas de Estados Unidos y la Unión Europea en la necesidad de reducir drásticamente el uso de combustibles fósiles, a la vez que consiguió el respaldo de países como Arabia Saudita, reconocidos por su producción de petróleo.

El acuerdo final establece la urgencia de una transición ordenada y equitativa hacia sistemas energéticos alejados de los combustibles fósiles. Estas disposiciones lograron convencer a quienes mostraban escepticismo ante la iniciativa.

Además, los países se comprometen a contribuir a un esfuerzo global conjunto para facilitar esta transición, en lugar de verse obligados a realizar el cambio únicamente por su cuenta.

Apodado el “Consenso de los EAU”, este acuerdo concluye un año marcado por temperaturas récord que han causado sequías y devastadores incendios forestales.

El presidente Al Jaber, quien también es el director ejecutivo de Abu Dhabi National Oil, selló el acuerdo el miércoles, un día después de lo previsto, recibiendo una ovación por parte de los delegados presentes en la cumbre.

A pesar de que no alcanza la meta específica de una “eliminación gradual” de los combustibles fósiles, este hito representa un punto de inflexión significativo: es la primera vez que un texto de la COP menciona la retirada del petróleo y el gas, motores de la economía global durante décadas.

La implementación efectiva de este compromiso dependerá no solo de las negociaciones diplomáticas, sino también del respaldo de inversores, consumidores y gobiernos nacionales. Tras la promesa de reducir el consumo de carbón en Glasgow hace dos años, su consumo ha continuado en aumento, poniendo en duda la posibilidad de limitar el calentamiento global al objetivo de 1.5°C establecido en el Acuerdo de París.

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